Cuando vengas a consulta lo que haremos será identificar de dónde viene la problemática que presentas, las causas por las que se mantiene, cómo se relaciona con tu entorno, y de qué el malestar que tienes te puede estar ayudando a evitar o retrasar algo que no quieres o permitiendo conseguir algo que te parece más positivo. En psicología a esto se le llama «análisis funcional de la conducta».
Es muy habitual a la hora de hacer este análisis pedirle a la persona que complemente test o autoinformes. Esto ayuda sobre todo a recoger mucha información sobre la persona sin necesidad de dedicar gran parte de las primeras sesiones a hacerle muchas preguntas. Es muy importante tener en cuenta que la puntuación en un test aisladamente nunca sustituye la valoración de los profesionales. El conjunto de toda la información es lo que nos permite hacernos una idea diagnóstica: los test, la entrevista, la historia de vida de la persona, la sintomatología que presenta, cómo lo cuenta y qué es lo que cuenta, etc. Lo fundamental es el juicio del clínico/a.
La recogida de información de tu historia vital es importante porque al hacerlo te ayudamos a comprender por qué ha surgido en ti esa forma de actuar, por qué se mantiene, qué función cumple y qué es lo que obtienes de positivo de ella. Esto te permite tomar conciencia de todo lo que está repercutiendo esa problemática en tu vida. Sobre todo ayuda a encontrar las propias razones, tus razones, por las que quieres estar mejor y que, en definitiva, son las razones que te van a motivar a conseguir el cambio que deseas.
Por eso estas razones serán parte fundamental de los objetivos del siguiente paso: el plan de tratamiento. Este plan se hará adaptado a la problemática que tú presentes y tendrá unos objetivos específicos para ti. Es importante que participes en el plan de tratamiento, que puedas manifestar tus prioridades, tus dudas, tus miedos respecto a lo que planteamos y que te parezca alcanzable, que creas que puedes conseguir a estar mejor que de forma real.